martes, 29 de marzo de 2011

UN POEMA DE JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO





ELLA DIÓ SU VOTO A NIXON


Se llama Katheleen y es rubia
mide cinco pies nueve pulgadas
bien parecida treinta y cuatro años
estudió en el Colegio Presbiteriano de Akron
y se licenció en Literatura Española
por la New York University.

Allí conoció a Ted se casaron pronto
tienen un niño y una niña
viven en Long Island en una linda casa
el marido es un brillante ingeniero
que corta el césped y practica yoga
y ella trabaja para una editorial.

Ama la libertad pero dentro de un orden
opina que los negros no están aún maduros
asiste a los oficios regularmente
recibe a sus amigas los viernes por la tarde
y los martes almuerza
con su Ted en el Rotary Club.

Hace seis días que llegaron a Europa
pues en París se celebra un Congreso de Acústica
y mientras él ultimaba su ponencia
Katheleen partió hacia el Sur
quedando en encontrarse en Málaga los dos
cuando se terminaran las sesiones.

Hoy ella ha amanecido en un cuarto de hotel
junto a un extraño hombre flaquito
y mientras busca un Alka-Seltzer
piensa que por la tarde llega Ted
y que el psiquiatra de vuelta en New York
ya aclarará todo este asunto.


JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO

(De su libro “Palabras para Julia”)

ARROZ AMARGO




NADA A NADA



Son las recetas para después de comer,

cuando no tienes hambre,

son los porteros en el banquillo,

las fotografías de otros tiempos,

las bombillas de bajo consumo,

los secretos a media voz

que nadie escucha.


Son los folletos comerciales,

las aburridas canciones de ascensor

y las melodías del verano,

la gente que habla del tiempo,

los cobardes que les escuchan,

son las lágrimas de cocodrilo

y la risa de las hienas.


Son lo que te va matando

sin que te des cuenta,

poco a poco,

nada a nada.



Javier Martín