AMANECER DE LUCIÉRNAGAS Miraban raro.
Como si la luz les hiciera daño.
En los bosques
los abedules batían la nieve
y era domingo.
Una cabaña.
Café recién hecho.
Las mismas mantas.
Restos de sangre en la cocina.
Miraban raro
en otro amanecer de luciérnagas.
JAVIER MARTÍN
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